8 feb 2009

Langosta egipcia

Clase: Insecta
Orden: Orthoptera
Suborden: Caelifera
Superfamilia: Acridoidea
Familia: Acrididae
Subfamilia: Cyrtacanthacridinae
Género: Anacridium
Especie: Anacridium aegyptium



Se denomina langosta a cada uno de los miembros que componen los grandes grupos de saltamontes.
La de la foto, es un macho adulto. Éstos se diferencian de las hembras porque la línea longitudinal que recorre la cabeza y tórax es de color anaranjado, mientras que la de las hembras es amarillento.

La langosta egipcia tiene una coloración que se mimetiza con el entorno. En concreto ésta langosta, en un principio no la vi. Me encontraba fotografiando unas avispas en una maceta y vi tambalearse algo en la rama de al lado. La inocente langosta pensó que la había visto e intentaba huir, error el suyo porque la delató y ya me centré en fotografiarla. Cuando acerqué el objetivo para retratarla, desplegó sus alas y de un salto echó a volar y se quedó en un muro donde ya se tranquilizó y pude sacarle algunas fotos.

La langosta egipcia, al contrario que sus primas son muy buenas voladoras. Los demás saltamontes y langostas no suelen tener las alas lo suficientemente desarrolladas como para mantener un vuelo firme. Solamente cuando se forman grandes grupos de la misma especie, liberan unas feromonas apropiadas para activar durante el desarrollo la conducta migratoria y un crecimiento mayor de las alas y de esa manera poder dispersarse por otros territorio en busca de alimento.


Las langostas vienen produciendo daños en África desde tiempos inmemoriales y se han convertido en los últimos tiempos, a causa del recrudecimiento de sus ataques, en noticia constante en varios países de este continente.
La primera plaga de estos orthopteros se remonta a más de dos mil años atrás, según el relato bíblico y que es mencionada por ser la octava plaga que asoló Egipto y acabó con la última fuente de comida que quedaba en ese momento.
España también ha sufrido varias plagas de langostas a principios del S. XX. La más grave arrasó 250.000 hectáreas de cultivo de canuto, en Los Monegros, entre 1922 y 1923.